ACEDERA
Existen tres clases de acedera (granda, pequeña y en escudete que tienen idénticas propiedades y similar contenido en ácido oxálico, que le confiere el picante sabor que le caracteriza. Posee propiedades refrescantes, diuréticas, febrífugas, estimulante de apetito, laxantes, depurativas, tónicas y vermífugas, y su utilización resulta oportuna en las insuficiencias del aparato urinario y el digestivo, trastornos del estómago e intestino, hemorroides, úlceras de la boca y faringe, pérdida del apetito y estados febriles, aplicadas exte-riormente es muy útil para combatir las afecciones cutáneas (herpes, acné, etc.), abscesos o úlceras. Las raíces y semillas están indicadas contra las diarreas, dolores intestinales, cólicos y disentería. Puede tornarse en forma de decocción de las hojas frescas, de las que se utilizará un puñado en un litro de agua, que deberá hervir de 10 a 15 minutos. Para uso externo se utilizará la decocción de hojas (dos puñados por litro de agua). Para la decocción de raíces y semillas, échese un pedacito de raíz y tres pulgaradas de semillas en un litro de agua. Las cataplasmas calientes de hojas hervidas mezcladas con igual volumen de manteca de cerdo hacen madurar los abscesos con rapidez.
Indicaciones: Insuficiencia renal, trastornos digestivos, hemorroides, úlceras de la boca y faringe, hipertemia, estreñimiento, inapetencia, afecciones cutáneas, cólicos, disentería.
Dosis: una taza diaria.
Contraindicaciones: debido a su alto contenido de ácido oxálico, deberá proscribirse su uso en los enfermos artríticos, gotosos, reumáticos y aquellos que tienen propensión a formar cálculos; dispépticos aquejados de úlcera o hipercloridia.
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